Laura ha jugado con las plumas, las cuentas de colores y piezas esmaltadas que parecen chupitos de ron para hacer anillos o colgantes. La propuesta es muy colorista, refrescante y veraniega. A ella siempre le han gustado los diseños de la firma pero jamás pensó que un día le ofrecerían está magnífica propuesta. Ella aceptó enseguida. Afirma que al principio tuvo algo de miedo pero ha quedado contentísima con los resultados.
Entre todas piezas destaca la pulsera Naia, bautizada en honor a su hija.
Siete meses de trabajo han dado como resultado una pequeña colección de15 piezas, con collares de distintas alturas, anillos y pulseras.
Ni que decir tiene que ella está espectacular, como siempre. Qué bellezón!
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