Dicho esto, comienzo con las pautas.
EL VESTIDO:
A diferencia del traje de mantilla, que tiene un protocolo estricto, el traje de flamenca cuenta con un abanico de posibilidades muy amplio donde elegir en cuanto a colores, tejidos y patrones se refiere.
La hechura básica del traje (la forma) no debe perderse. Cuerpo ajustado, mangas y volantes. El traje de flamenca es de lo que mejor sienta a una mujer. Resalta la figura femenina más que ningún otro. A mi me gustan las mangas largas pero reconozco que el calor que paso es horrible. Ya lo dice el dicho, para presumir hay que sufrir. También me gustan los vestidos muy ajustados que marcan mis curvas. Voy envasada al vacío. ¡Jajaja! Aunque como siempre digo, por no respirar una semana al año, no se muere una. 😅 En cuanto a los tejidos, ahora se ha puesto de moda el plumeti, pero es extremadamente delicado. En feria se sufren muchos enganchones y corremos el riesgo de acabar con el vestido roto.
Me gustan los tejidos lisos o los estampados con flores y lunares. Nunca me pondría un traje de cuadros, de cuero o de tela vaquera.
EL PEINADO:
Siempre llevo el pelo recogido en un moño bajo y la flor muy bien sujeta en la parte superior de la cabeza. No me gusta el pelo suelto, ni los mechones sobre la cara, ni la flor colgando en un lado, pero ya os digo que es mi gusto, no la verdad absoluta. Un mal peinado puede estropearnos el look y parecer desaliñadas.
EL MAQUILLAJE:
Suelo marcarme bastante los ojos para intensificar la mirada y llevar los labios en un tono más nude. Hay que diferenciar entre la feria de día y la feria de noche. Como si de cualquier otro evento se tratase, el maquillaje nos permite más intensidad por la noche y requiere más naturalidad durante el día. Uso máscara de pestañas waterproof, base de larga duración y labiales permanentes. Tened en cuenta que en El Real se pasa mucho calor, se bebe, se come, se dan muchos besos... El maquillaje debe estar impecable todo el día y para ello no hay nada mejor que llevar con nosotras un pequeño kit de retoques. Los polvos matificantes son geniales para corregir los brillos. Serán vuestro mejor aliado.
EL CALZADO:
Creo que lo esencial es un zapato que nos quede cómodo, porque vamos a pasar muchas horas de pie y bailando. Yo utilizo las zapatillas de esparto clásicas. Me dan altura, tienen un poco de plataforma y al ser de cuña no duelen nada los pies. No me gustan las manoletinas ni los botos rocieros. Un tacón queda genial pero recordad que con el calor los pies se hinchan y tantas horas en danza acaban pasando factura. Yo soy de las que va a la feria a vivirla. Me gusta ir guapa y soy muy presumida pero no permitiría jamás que un dolor de pies me arruinase la fiesta.
LOS COMPLEMENTOS:
No me gusta ir muy recargada. Sólo uso la flor, los pendientes y algún peinecillo pequeño para el pelo. No me gustan las gafas de sol ni los vestidos con chaqueta. Sea a juego o no, para mi gusto los trajes deben ser de una sola pieza. Los corpiños o las blusas con falda son más para El Rocío. Podéis poneros algún collar y alguna pulsera pero evitad parecer un árbol de navidad. El exceso puede jugaros una mala pasada. Si queréis llevar bolso intentad que sea a juego con el vestido. Yo reparto las cosas entre el bolsillo de mi traje y los de la chaqueta de mi marido. ¡Lo tengo frito! ¡Jajaja! Es importante que vuestra pareja vaya bien vestida. La feria de Sevilla se caracteriza por lo bien arreglada que va la gente. La chaqueta para los hombres es fundamental.
El mantoncillo debe ir sobre los hombros. Me horroriza verlo puesto en la cintura o en el cuello a modo de collar.
No olvidéis el abanico. Lo agradeceréis en las horas de más calor.
Antes de despedirme, os dejo también unas pautas para la noche del "Pescaíto". Hombres en traje de chaqueta y mujeres con vestido corto o pantalón y camisa. No os pongáis jamás un vestido largo de fiesta esa noche. Iréis dando el cante.
Espero que mis consejos os sirvan de ayuda. Ya os digo que no me considero ejemplo de nada, que lo que os transmito es sólo mi opinión personal.
Acabo de recordar que os debía unas fotos que me habíais pedido vestida de mantilla. Aquí os las dejo también. Lo prometido es deuda. Un abrazo.
