Nació en Guanajuato, un pueblecito de México, y desde muy niño, ya empezó a interesarse por la pintura. Viajó por todo el mundo, admirando a grandes artistas de la época como Pablo Picasso o Paul Cézzane, pintor francés considerado el padre de la pintura moderna. Aprendió nuevas técnicas, consiguió nuevas formas, colores y texturas, pero conservando siempre la identidad personal de su obra.
Diego Rivera perteneció al partido comunista mexicano, lo que le ocasionó bastantes problemas en los círculos políticos, al plasmar en sus murales sus ideologías. Pero sin duda, lo que más me fascina de él, fue como se enamoró de la también pintora méxicana Frida Kahlo (Soy una romántica empedernida, no tengo remedio). La convirtió en su tercera esposa, y la ayudó a promover su obra hasta el fin de sus días, a pesar de su compleja relación.
Otro día os hablaré de ella, porque su historia y sus lienzos son apasionantes. Para los que no la hayáis visto, os recomiendo la película que narra su vida, Frida, protagonizada por Salma Hayek y Alfred Molina en el papel de Diego.
Y ahora os dejo, que empieza Lo que el viento de se llevó, en tve. Parece que la tarde va de cine... Adoro esta película! Otra de mis favoritas! Señorita Escarlata! jeje!
Abrazos!
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